¿QUÉ LE PUEDE PASAR A TU PERRO SI CONTACTA CON LA ORUGA PROCESIONARIA?

¿QUÉ ES LA ORUGA PROCESIONARIA?
La Procesionaria es como se nombra comúnmente a la oruga de la mariposa nocturna Thaumetopoea pityocampa del pino. Ésta es la plaga más importante de los pinares mediterráneos , aunque también es muy común verlas en diferentes partes de Europa y de España.
En verano aparecen las mariposas de procesionarias del pino; se aparean y la hembra pone los huevos en los árboles. Las orugas nacen a los 30 ó 40 días después de la puesta, es decir, entre mediados de septiembre y mediados de octubre en España. Éstas orugas ya nacidas construyen nidos o bolsones de seda que les sirven de refugio para pasar el invierno.
Cuando llega la primavera, o finalizando el invierno (desde febrero a primeros de abril), las orugas descienden en fila al suelo, de ahí el nombre que recibe; se entierran y forman un capullo hasta formar la mariposa que surgen nuevamente en verano dando comienzo a un nuevo ciclo cada año
¿EN QUÉ ZONAS Y ÉPOCA DEL AÑO LA ENCONTRAMOS?
Como se menciona anteriormente se puede encontrar:
-
Bosques de pinos principalmente
-
Algunos bosques de abetos y cedros
-
Febrero, marzo y abril
Debido al cambio climático se está encontrando con mayor facilidad en zonas con mayor altitud en la que los inviernos ya no son tan fríos, por lo que se favorece en las circunstancias actuales su expansión.
LA PATOGENICIDAD
La patogenicidad de esta oruga radica principalmente en los pelos microscópicos que tiene en su dorso, llamados tricomas que aparecen en el tercer estadio larvario. Estos tricomas tienen una sustancia tóxica y urticante en su interior (thaumetopeína) que se libera cuando el pelo se rompe, al entrar en contacto con la piel. Este contacto provoca la degranulación de los basófilos con la consiguiente liberación de histamina.
La sustancia tóxica puede tener dos mecanismos de acción siendo la primera una reacción tóxica-irritativa en la que al liberarse la histamina se produce una inflamación similar a la que se produciría en una hipersensibilidad tipo I (alergias). Esta inflamación puede prolongarse en el tiempo debido a que los pelos urticantes se quedan fijados en piel y mucosas.
¿QUÉ REACCIONES PUEDE TENER MI MASCOTA?
En veterinaria las reacciones a la oruga procesionaria afectan con mayor frecuencia a perros que a gatos dado que estos últimos son mas cuidadosos y selectivos, y hasta el momento se consideran una intoxicación.
Generalmente son animales jóvenes, que contactan con la oruga en zonas donde están descendiendo al suelo, como pinares. El contacto principal es debido a olfatear, por lamido o ingestión y mucho más raramente por diseminación aérea de tricomas.
Síntomas orales y digestivos:
-
Salivación excesiva
-
Vómitos
-
Edema en la lengua, facial y/o de la laringe
-
Ulceración y necrosis de la lengua
-
Dolor local
-
Dificultad respiratoria debido al edema
-
Hipertermia
-
Aumento de ganglios linfáticos
-
Reacciones de hipersensibilidad
Síntomas oculares:
-
Blefaritis
-
Úlcera corneal
-
Hiperemia conjuntival
Síntomas dérmicos:
-
Prurito
-
Eritema
-
Hiperemia de labios y encías
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa principalmente en los signos clínicos mencionados y en la posibilidad de exposición del animal a la oruga procesionaria en las últimas 24h
Se puede intentar identificar los pelos urticantes en el animal mediante cinta adhesiva en zonas afectadas y su posterior visualización en el microscopio aunque es complicado.
Siempre hay que descartar otras posibles causas de esos síntomas clínicos y por supuesto llevar nuestra mascota al veterinario en cuanto sospechemos que han podido tener contacto con las orugas.
¿CÓMO SE TRATA?
El tratamiento se esta intoxicación siempre debe de ser prescrito y administrado por un veterinario, por eso una rápida actuación y acudir de urgencia es esencial.
Se basa principalmente es tratamiento de sostén. Hay que intentar eliminar los posibles pelos urticantes que liberan la sustancia tóxica lo antes posible, esto se consigue con irrigación de suero en las zonas afectadas como por ejemplo la mucosa oral, ojos, etcétera.
También se suelen administrar antihistamínicos como la difenhidramina y corticoesteroides. Depende de la sintomatología clínica también está indicado el uso de analgésicos, por el dolor producido por las úlceras y necrosis, y antibióticos para combatir las posibles infecciones de las úlceras.
También suelen ser necesarios protectores gástricos y la administración de fluidoterapia intravenosa para evitar el fallo renal prerrenal que puede producirse.
A su vez, si se produce inflamación de laringe y dificultad respiratoria puede ser necesario la administración de oxígenoterapia.
Por último, debida a la inflamación de las estructuras de la boca y las posibles necrosis puede estar indicado la alimentación parenteral mediante sonda de esofagostomía.
PREVENCIÓN
Lo único que podemos hacer para evitar la exposición de nuestras mascotas a estas orugas es evitar las zonas que puedan estar infestadas con esta plaga. Si no pueden evitarse hay que tener sumo cuidado y fijarse en todo lo que nuestro perro se lleva a la boca.
Cuando se haya visto contactar a nuestro perro con la oruga lo primero que teneis que hacer es intentar irrigar la zona con agua para reducir al máximo los pelos urticantes que se claven y llevar a la mascota lo más rápido posible al veterinario.