¿Cómo bañar a nuestro cachorro?
LA IMPORTANCIA DEL BAÑO EN LOS CACHORROS:
El baño de los cachorros es muy importante por varias razones. La primera de ellas es que sirve como socialización de una rutina que tendrán que aceptar sin problemas a lo largo de toda su vida, por lo que cuanto antes comience a conocer en qué consiste, mejor lo tolerará. Pero también es importante en cuanto a la higiene en dos sentidos. Por una parte, el cachorro es muy vulnerable por lo que debe evitarse en todo lo posible la suciedad persistente que pueda derivar en infección. Por otra parte, el cachorro suele ser acariciado y tocado por niños y mayores por lo que es importante que esté limpio y libre de bacterias. A continuación, te explicamos paso a paso como se debe bañar a un cachorro para ofrecerle una buena experiencia y asegurarnos de que queda bien limpio:
1. SOCIABILIZACIÓN:
Lo primero que debemos hacer antes de llevarlo a peluquería es una sociabilización en torno a todo lo que implica el baño. Esto significa que tenemos que enseñarle progresivamente al cachorro a soportar el contacto con el agua, a que alguien pueda acceder a todas sus zonas de su cuerpo, a los ruidos fuertes como el secador, a mantenerse encima de una mesa... Basta con que algunos días antes del baño se lo vayamos mostrando. Poco a poco iremos enseñándole que por el grifo sale agua, que el secador hace ruido y da calor y que el cepillo masajea. Cada vez que descubra algo nuevo, debemos mostrarnos contentos y ofrecerles caricias y premios. Una de las ventajas de los cachorros (y perros adultos) de nuestra residencia del Ferral, es que nuestros peludos ya han tenido varias sesiones de peluquería antes de entregarse a la familia que les adopte y ya están sociabilizados, por lo que les resulta más fácil el momento del baño.
2. CEPILLADO:
Antes de bañarlo, es muy importante cepillarlo para que no haya ningún nudo cuando apliquemos el champú y pueda distribuirse bien por todo el pelo. Esto es un buen momento para revisar el estado de la piel de nuestro cachorro: a la vez que cepillamos, vamos observando la raíz del pelo en busca de cualquier anomalía. Comenzamos por las zonas superiores y vamos bajando. Al ser cachorros, hay que aplicar una presión suave para no dañar su piel si hay algún enredo, es recomendable cepillar desde el final del mechón e ir poco a poco subiendo. Comprobamos con un peine que el perro está completamente libre de nudos. Si se desliza por todo el cuerpo sin que le obstaculice podremos pasar al baño.
3. BAÑO:
Colocamos al perro dentro de la bañera y ponemos el agua a una temperatura templada. Tenemos que tener en cuenta que el perro tiene una temperatura corporal mayor que la de los humanos, por lo que no necesitan el agua tan caliente como la que utilizaríamos nosotros para ducharnos. Comenzamos aplicando el agua por las patas y vamos subiendo hasta que esté completamente mojado. Debemos dejar la cabeza para el final ya que así es cómo activamos al cachorro para que se sacuda. Igualmente, podemos bloquear la sacudida de agua cogiéndole de la cabeza y de la cadera. Aplicamos el champú por el lomo del cachorro y comenzamos a masajearlo para generar la espuma que nos permitirá extenderlo por todo el cuerpo. En la zona de la cabeza es recomendable ser más precisos y evitar los ojos y mucosas. Una vez lo hemos repartido bien, retiramos el producto con abundante agua. A continuación aplicamos un balsamo para hidratar (mascarilla en caso de pelo largo y suave como el de un Bichón, por ejemplo) y lo distribuimos bien con las manos aprovechando para hacerle un masaje por la espalda, desde la cola hasta la cabeza, para que penetre bien el producto e hidrate lo máximo posible. Una vez terminado este proceso, enjuagamos. Antes de secar con toalla es conveniente eliminar el excesoo de humedad deslizando nuestras manos alrededor del cuerpo del cachorro en dirección a las patas para quitar el agua restantes en el pelo. Para evitar cualquier riesgo de contagio, la toalla que utilicemos debe estar completamente limpia, seca y no haber sido usada por otro perro.
4. SECADO:
En peluquería se usa tanto secador como el expulsor. El expulsor es muy parecido al secador pero en vez de evaporar el agua del pelo lo que hace es expulsarla con una corriente fría de aire más potente y concentrada. En el caso de los cachorros, ambos instrumentos se utilizan a baja potencia para no dañar su delicada piel. Lo más recomendado es comenzar por las partes altas del cuerpo e ir dirigiendo el aire hacia las patas. Podemos acompañar los movimientos con el cepillo, así vamos ordenando el cabello y evitando la posibilidad de nudos a causa del movimiento del aire. Hay que asegurarse que el cachorro está completamente seco antes de continuar, porque la humedad es el causante del mal olor y de muchos refriados.
5. UÑAS, OREJAS Y ACABADO:
Tras el secado, es el mejor momento para cortar las uñas de nuestro cachorro ya que el agua las habrá reblandecido y esta tarea será más fácil. También es momento de limpiar las orejas con una toallita o gasa y líquido específico para el aseo del oído. Volvemos a cepillar todo el pelo como hicimos antes de bañar al cachorro y si procedo damos unos toques con la tijera para estilizar el corte y eliminar pelo de las orejas y almohadillas (esta tarea siempre será realizada por su peluquero/a). Y así terminamos con la sesión de peluquería. Solo nos faltaría un poco de perfume, debe estar creado a base de aceite para que su duración se prolongue. Para evitar un efecto de pelo mojado, lo vaporizamos sobre el cachorro, esperamos que se pose sobre el pelo y cepillamos una ultima vez de manera suave.