Mi gato vomita ¿Debo preocuparme?
Son muchas las dudas que aparecen ante un episodio de vómitos, intentaremos en este post ayudaros a gestionarlo
Existe la falsa creencia en que en los procesos de acicalamiento e higiene del gato, la ingestión de pelo traerá como consecuencia la expulsión de las llamadas “bolas de pelo” mediante el vómito.
La realidad nos indica que sólo un bajo porcentaje de gatos, en especial los de pelo largo, pueden llegar a expulsar dichos tricobezoares sin presentar ninguna otra enfermedad.
Además de alteraciones en la piel que puedan estar relacionadas con la pérdida excesiva de pelo y que trataremos en otro post, existen enfermedades relacionadas con éste hábito del vómito y por ello os daremos unas pautas para saber si debemos preocuparnos o dar por hecho que forma parte de la naturaleza del gato.
Para los que os cuestionáis el uso de la malta, o los que os preocupáis porque vuestro gato no la ingiere, debéis saber que no hay una evidencia científica en su uso, es un complemento que puede facilitar la digestión pero que no es imprescindible ni necesaria ni por supuesto es un tratamiento para los gatos que tienen excesivos vómitos de “bolas de pelo”.
Es importante diferenciar entre regurgitar y vomitar, si nuestro gato expulsa la comida nada más ingerirla y no se acompaña de reflejos y movimientos abdominales, estamos ante una regurgitación y debemos plantearnos si ha comido con demasiada prisa (utilizar comederos para gatitos voraces) o si nuestro gatito está actualmente tomando algún tratamiento, por ejemplo doxiciclina, e informar inmediatamente a nuestro veterinario.
Si lo que sucede es un vómito (aprieta el abdomen, la comida esta ligeramente digerida, se puede acompañar de un liquido amarillo o transparente…) entonces aquí nos plantearemos si es una “emesis aguda autolimitante”, es decir, si ha comido algo que se deba expulsar rápidamente como hierba, alimentos no habituales, etc.. Con lo cual podemos ser prudentes y esperar evolución o si se sucede algún vomito más, entonces tomaremos nota de las siguientes características para informar a nuestro veterinario a la mayor brevedad posible:
- Vaciado gástrico, ¿lo vomita absolutamente todo? ¿El agua también?
- Estado de ánimo y apetito
- Estado de vacunación y desparasitación
- ¿Otros gatos de casa tienen algún síntoma? ¿Ha estado con otros gatos extraños?
- ¿Aprecias alguna alteración en la piel? ¿Rojeces o inflamaciones?
- ¿Hay alguna sustancia en el vómito que no te parezca comida? Sangre, trozos negros?
- ¿Lleva bastantes horas sin orinar?
Lo más habitual es que en todas las situaciones anteriores de un vomito de aparición repentina, acudamos inmediatamente al veterinario, pero…. ¿Porque asumimos que el vómito esporádico es normal?
Esto es lo que llamamos VOMITO CRONICO cuya separación entre unos y otros son de más de 1 a 3 semanas.
En este caso debemos tener presentes también algunas cuestiones que nos ayudarán a decidir cuándo debo acudir a realizar una revisión.
- ¿Ha empezado a hacerlo siendo ya adulto/senior? O ¿desde cachorro?
- ¿Está acortando el tiempo entre un vómito y otro? ¿Cuantos al mes?
- ¿Ha aumentado la ingestión de agua? ¿Llenas los bebederos con más frecuencia que antes?
- ¿también la cantidad de orina?
- ¿Ha perdido peso?
- ¿Se acompaña de diarreas?
Si tu respuesta es SI en alguna de las preguntas anteriores y en especial si estamos ante un gatito de más de 7 años, te recomendamos que realices cuanto antes un chequeo completo a tu mascota. Hoy en día la mayoría de veterinarios ofrecen paquetes de pruebas como parte de chequeos habituales que han conseguido que podamos anticiparnos a enfermedades tan dolorosas pero de fácil tratamiento como una gastritis o una enfermedad inflamatoria intestinal y que puede incrementar en gran medida la esperanza de vida de nuestro pequeño.